El padre de M.C. se fue cuando ella era pequeña. Se mudó trece veces mientras crecía en Long Island con un hermano mayor y hermana y su mamá, Patricia, de origen Irlandés cuya familia nunca la perdonó por haberse casado con un hombre que era mitad negro, mitad Venezolano. Cuando sus padres se conocieron, Alfred Roy Carey era "un ingeniero aeronáutico impulsivo," según dice M.C, ella explica ahora que él no es nada impulsivo, que tiene ese algo o está a la moda.
"Él piensa que he tenido un solo álbum," dice ella como si fuese la cosa más graciosa. "Honestamente, él no conoce ninguna de mis canciones!" "Te apuesto que él es un conocedor de tus logros," le digo. "¿Conocedor?" dice ella. "Él no conoce ninguno..."
Minutos después, M.C. está riéndose en el piso, y su madre, antigua cantante de ópera - que ahora vive al norte del estado de Nueva York en una casa que M.C. le compró - está en el altavoz, confirmando que sí, "él piensa que ella hizo un solo álbum."
"¿Y cómo lo llamamos?" pregunta M.C. Y ambas responden: "El Álbum." M.C. entra en histeria. "No podemos hablar mal de él," dice. "Es sólo que él no está metido mucho en la música." Considerando que ella apenas lo conoce, habla de él con mucho afecto, así como si fuera un vecino escéntrico.
El tema del padre de M.C. hace que "Glitter" parezca algo más personal: la historia de una Chica Pobre Lográndolo unido con una historia de Amor y una historia de Padre Perdidos, y, finalmente, una historia de Razas Mezcladas. "Hay muchas chicas y jóvenes de raza mixta quienes tienen a Mariah como heroína," dice Lanier. "Ella está orgullosa de eso. Por mucho tiempo a ella se le estimuló mucho a que mostrara su lado blanco. Desde que se le ha permitido libertad creativa, se ha relacionado más con la cultura negra."
Cuando le digo a M.C. que visualmente su raza mixta no es muy distinguible, su rostro se suaviza. "Bueno, eso es parte de todo," ella dice. "Mucha gente dice cosas que no dirían si pensaran que alguien, sabes, negro estuviera presente. O viceversa. O alguien Latino. Soy una mezcla de muchas cosas. Y por esa razón, nunca tuve de verdad una persona con la cual me pudiera identificar."
Fue alrededor del tiempo de la disolución de su matrimonio con Mottola cuando M.C. empezó a trabajar con la entrenadora de actuación Sheila Gray. Ella actuaba como una niña, pero en su "otra situación." Ella fua animada a concentrarse en su música. "Sheila fue una de las que me ayudó a salir de esa situación," ella dice. "Yo estaba tan bloqueada, emocionalmente. Me sentaba en el piso a realizar ejercicios de relajación, e inmediatamente comenzaba a llorar, porque ella me dijo, 'Nombra un lugar donde te sientas segura.' Y yo era, como; 'No tengo uno.' Yo soy dueña, a diferencia de lo que todo el mundo piensa, de la mitad de todo en esa mansión" - que compartía con Mottola - "y pagaba la mitad de todo, hasta los recibos de electricidad. Así que no podía pensar de un lugar. Y ella dijo 'Bien, utiliza algo de tu niñez'" La única cosa horrible que sé sobre su niñez, lo cual no menciono para no arruinar la ocasión festiva de vino blanco y mcarrones con queso, es que, en un artículo de periódico, su hermana habló de haber sido una prostituta y drogadicta.
"Así que," ella continúa, "ocurrió este estallido de emoción, y yo estaba como, Vaya! Me ayudó a darme cuenta que, como que, esto no está bien. [Sheila] solía decirme siempre, 'Relaja tus hombros,' porque yo caminaba como si tuviera que pelear, constantemente. Yo crecí con una rienda tan libre. Y de repente, estaba encerrada en una situación. Yo no sería la persona que soy si no hubiera regresado a ese punto y no me hubiera tomado en cuenta conmigo misma. Sin querer sonar cursi..."
Muchos de estos temas se ven en "All That Glitters." "Yo creo que la gente se asombrará por su actuación," dice Lanier. "Ella es capaz de demostrar mucho dolor y mucha alma," El alma, sin embargo, no interfiere con los negocios.
"Personalmente me presenté con todo el mundo," dice M.C. de sus negociaciones con el sello. "Yo crecí con algunos de los hombres de negocios más inteligentes y más fragmentados." Antes de firmar con Virgin, Carey recibió consejos de Lenny Kravitz, quien la conoció cuando tenía diecisiete años, durmiendo en los muebles de las amigas esperando su gran oportunidad, y de Prince, de quien ella es una gran admiradora. No es que alguien puede venir a mentirme y decir, 'Vamos a hacer esto y esto,' y sin hacerme preguntar, 'Esperen, ¿quién es su distribudor en Taiwan?'"